Siempre he pensado que cada uno de los viajes que hacemos cuenta con una banda sonora. Siempre hay una música que de alguna manera, capta, no sólo lo esencial de los paisajes que uno ve, sino también lo esencial del viaje interior que muchas veces representa.
También podríamos decir que existe esa música que te hace soñar, que te hace viajar, y que muchas veces asocias a un lugar concreto. Y para mi, la música de Yann Tiersen, es perfecta para conseguirlo.
Si tuvieramos que describir la música de Tiersen (Brest, Francia, 197O), en una sola palabra, ésta sería sin duda originalidad. De joven, durante sus estudios de música, estuvo fuertemente influenciado por la música rock, la chanson, y la música clásica. Estas tres variables se encuentran y se concilian de manera fantástica en sus composiciones. A esto, se añade el conocimiento de instrumentos como el violín, el piano o el acordeón, muy presentes también en su música.
Publicó su primer álbum en 1995, y llevaba el título La valse des monstres, que incluye 17 piezas totalmente instrumentales con multitud de matices, sonidos e instrumentos.
No obstante, a mi parecer, los trabajos más destacables de Tiersen, tienen relación con el cine. Y es que ha sido autor de diversas bandas sonoras, como Amelie, o Good bye, Lenin. En ellas consigue recoger la magia de los personajes, los sentimientos que los envuelven y cómo no, los lugares que aparecen, todo ello de manera increíble.
En el caso de Good bye, Lenin, en una de sus piezas, Summer of 78, consigue transmitir la nostalgia que se siente al recordar la infancia, aquello perdido que ya no recuperaremos. Para aquellos que no la hayais visto, Good bye, Lenin trata de la historia de una familia que vive la caída del muro Berlín después de haber vivido en el Berlín Oriental. La huída del padre hacia la Alemanía Federal, y la vida gris que define la época comunista, se ve interrumpida por la caída del muro, y por tanto, de todo un estilo de vida. Esto supone un cambio increíble en la vida de esta família, y en concreto, de su joven protagonista, interpretado por Daniel Brühl. Oir esta banda sonora, sin duda, es ver Berlín, y comprender su historia.
Así pues, la vida no sólo se compone de viajes en aviones o coches, sinó también de esos viajes que uno puede hacer desde casa simplemente oyendo una música que sea capaz de despertarlos. Y la música de Yann Tiersen es perfecta para ello.